La población de tigres de Amur en Rusia permaneció relativamente estable hasta alrededor de1990, cuando el hundimiento de la Unión Soviética y la crisis económica subsiguiente provocaron un brusco aumento de la caza furtiva. En 1992 comenzó un intenso programa de conservación, llevado a cabo por científicos de Rusia y otros países, conocido como Siberian Tiger Project (Proyecto Tigre Siberiano), con el fin de detener el declive de la población y hacerla crecer de nuevo. El programa ha tenido un cierto éxito, haciendo que, por ejemplo, la población localizada en la reserva de Sijote-Alin pasase de 250 ejemplares en 1992 a cerca de 350 en 2004. No obstante, muchas poblaciones se encuentran aisladas y cuentan con menos de 20 animales, lo que les hace víctimas de la consanguineidad. Un censo realizado en 2005demostró que la población de tigres de Amur es de alrededor de 500 individuos: 334–417 adultos y 97–112 cachorros. Este es un buen indicador de que los programas conservacionistas iniciados en la década de 1990 por el gobierno ruso están funcionando.14
Lamentablemente, la caza furtiva no ha desaparecido hoy en día de la región, y todavía siguen muriendo varios tigres por culpa de los humanos. Es el caso de varios cachorros que son atropellados cada año en la única carretera que cruza su territorio
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